02 octubre 2006

Bandera Chilena

Un yate recala en la helada bahía llena de hielos flotantes. Un hombre se asoma por la escotilla y observa a través de un binocular. En el lente puede observar una pequeña aldea de containers pintados de rojo. Nadie camina por las calles de hielo en el momento. El observante mueve su visor hacia una explanada cercana y observa una bandera que flamea sin preocupación.

Una caravana de caballos cruza la pista inutilizada y se detiene frente a la construcción verde. Un hombre muy cubierto de ropa para protegerse del frió se baja del primer animal amarra a este a una valla de madera. El resto de los caballos automáticamente bajan su cabeza en busca de pasto, pero la levantan al ver que todo está congelado. Gira y se interna rápidamente al interior de la tenencia de carabineros. Al lado de la puerta, una placa: “Siempre viven los que por la patria mueren”, recordando al Tte. Merino, y una bandera rasgada por la mitad.

Una señal de un buque de contenedores despierta al guardafaro. Este barco de bandera Panameña acaba de terminar se penosa travesía por el golfo de penas y se dirige por los canales hacia el sur. El hombre anota en la bitácora lo sucedido y se acerca a la ventana. Las gotas de lluvia eran arrojadas a gran velocidad contra la ventana por el viento. A lo lejos se podía ver una luz perteneciente al buque que viajaba por aguas más protegidas, y en la orilla del agitado mar, un mástil que soporta penosamente una bandera que se intenta ir con el viento. Una lágrima brota repentinamente del ojo del solitario habitante de esa isla endemoniada, quien vuelve a su cama sin hacer ruido alguno

Un pequeño avión aterriza en una pista muy corta que comienza y termina en precipicio. La soledad es terrible y lo único que se escucha es el ruido del viento producido por la bandera que además de desteñida está rota. El avión se detiene a una orilla de la pista y detiene los motores. El piloto baja sin prisa alguna y camina nervioso en círculos por la pista. De pronto suena un jeep que aparece de sorpresa por el montículo. El vehiculo se detiene y rápidamente suben a un herido en el avión. Acto seguido el piloto asciende al avión y se prepara para el despegue. En pocos segundos la soledad volvió a apoderarse del lugar, por lo menos hasta que aquel aeroplano vuelva.

Un tanque en el desierto levanta una enorme nube de polvo al avanzar rápidamente hacia el norte. El artillero sudaba en su posición de combate y se preparaba para disparar. El vehículo se detiene en una colina y recibe la orden. Activa el disparador y se estremece fuertemente. “Blanco acertado”, le es informado por el comandante. Orgulloso observa la bandera chilena bordada en la manga de su traje. Inmediatamente el tanque reanuda su marcha y desaparece tras la polvareda producida por un vehículo liviano.

3 comentarios:

Alex WB dijo...

esta muy bien, pero tal vez son demasiado cortos los fragmentos...

y en lo que escribí, no te preocupes, no tiene ningun interes, es solo pamplina (en lo d emi blog)

Saludos, y hasta la vista

carolina dijo...

hola! soy tu prima Carolina Wendler =)
aun no me e dado el tiempo de leer tus cuentos o fragmetos de relatos o lo q sea...pero alex me dijo q eran buenos =)
visita mi blog, salu2
shau!

Anónimo dijo...

olle es muy larga la historia
me da lata leerla
pero pq le pusiste brujula