Kamikaze o "Viento Divino"

Los hechos sucedieron rápidamente. Una tarde en mi escuela aparecieron 5 oficiales en uniforme y solicitaron el reclutamiento de voluntarios en el grupo “Viento divino”, mas comúnmente conocido como Kamikaze. Decidí inscribirme porque sentía un profundo patriotismo en el momento en que mi país estaba a punto de perder la guerra. Me llevaron inmediatamente a un cuartel militar y luego de cuatro largos días de instrucción llegó el momento esperado. Nos dieron un papel y un lápiz en donde exponíamos nuestras últimas voluntades y escribíamos nuestras últimas palabras a nuestros familiares. Esa noche estuvimos invitados a la cena mas increíble a la que haya asistido. Pero como de lo bueno poco, esa mañana se nos llevó a un aeropuerto X, en donde se nos asignó a cada uno un avión que tenía combustible suficiente solo para llegar a la flota norteamericana que se acercaba a solo unos kilómetros mas al sur. Se nos informó de nuestra misión; “encontrar una nave gringa y hacerla pedazos”. Despegué pensando en mi familia y el vuelo se me hizo interminable. Al ver un portaviones en el horizonte sentí en el pecho que había llegado mi hora. De pronto una ráfaga de balas tocó el ala izquierda de mi nave a la misma velocidad en que se escuchan los motores de un Grumman F6F Hellcat, mas conocido como “El diablo del Pacífico”.
Una bala perforó el estanque de combustible casi vacío, en donde comenzó un incendio que de pronto hizo estallar el avión. El fuego me devoró completo, pero mi muerte no fue causada por las quemaduras, sino por la inmensidad de las aguas del océano pacífico, principal campo de batalla de la segunda guerra mundial.