Curso de Montañismo
NOLS Andes Mountain Traverse (AMT)
Enero y Febrero 2011
Durante enero y febrero viví una gran experiencia que quiero compartir con ustedes: Vivir una expedición de montaña.
Si bien no es nada nuevo para mí el hecho de arrancarme a los cerros y cambiar los autos, casas y edificios por gigantescos glaciares, montañas majestuosas y situaciones que a muchos le parecerían una locura, esto ha sido muy diferente. En resumidas cuentas, 31 días caminando por la Patagonia, sin contacto con la civilización, solo nosotros y la madre naturaleza. 31 días conviviendo con 15 norteamericanos que en algún momento de sus cotidianas vidas se propusieron cruzar medio mundo en busca de territorios y experiencias sin igual. He aquí mi experiencia:
Lunes 3 de Enero de 2011
Aquí estoy sentado, intentando ver por la ventana del avión la costa del bio bio en mi ruta al sur, serán solo un par de horas de vuelo, pero quien sabe que me espera en la patagonia?. Que será de mi el siguiente mes?. Me iré a arrepentir de haber tomado este curso?. Muchas dudas y ninguna respuesta, pero a eso iba. Quería dejar que las cosas sucedieran, aprender a vivir sin ninguna preocupación.
Martes 4 de Enero de 2011
Llevo un rato esperando a la salida de Coyhaique a que el bus me recoja. Se suponía que salía de algun lugar de la ciudad a las 8:30. Ahí viene, y pasa lo que tenía que pasar… sigue de largo. Pero mis señas son vistas y el bus para un poco más allá. Me salvé por ahora.
Por ciertos malentendidos nadie me esperaba, nadie sabía que llegaría ese día. Pero no importa, total, para que me voy a preocupar. Ahora me toca ayudar por 2 días. Es parte del plan de “voluntariado” por haber recibido la beca para participar del curso. Picar cebolla, preparar raciones, limpiar equipo. Siempre hay algo que hacer….
Miércoles 5 de Enero de 2011
Mi nueva casa es fabulosa. Si bien durante el día amplifica los 30 grados que hay en el exterior, desde la carpa tengo una vista fabulosa de las puestas de sol. Realmente me de la impresión de estar sentado en el cielo mientras miro los colores cambiar desde un amarillo alucinante a un rojo intenso, al violeta más profundo que he visto, para luego comenzar a teñirse de un azul que lentamente llega a ser negro… recién a eso de las 1 de la mañana.
Uno de los libros que había traido para todo el mes se me acaba de improvisto, y mi segunda adquisición me tienta mucho, comienzo a leer las primeras páginas de una manera cautelar para evitar acabármelo de una sola leida.
Jueves 5 de Enero de 2011
Temprano lleganan los gringos. Es un grupo inmenso. Me llegaré a llevar bien con ellos?. Me vuelvo a demostrar que me cuesta tratar con gente desconocida. Pero tengo más de un mes para conocerlos, para que me voy a preocupar.
Nos explican todo y asombrosamente no tengo problemas para entender loq eu dicen. Parece que mi habilidad por el inglés que algunos nombraban era cierta… Aunque asi de rápido también me doy cuenta de que tengo demasiadas cosas y que dado que hay que acarrear todo uno mismo, tendré que tomar algunas desiciones. La caqueta gruesa se quedará…. Y me arrepentiré, pero que importa, para que me voy a preocupar!.
Viernes 7 de Enero
La mañana comienza temprano. Mi grupo de carpa parece simpático, veremos como e llevaré con ellos. Temprano terminamos con los últimos detalles y casi no me doy cuenta cuando estoy sentado en el bus viajando al sur…, Cerro San Lorenzo había dicho nuestro instructor, y realmente me enttusiasmó la idea de estar caminando por aquel cerro, que tan solo habia visto un par de veces, pero por lo menos me sonaba realmente fascinante.
12 horas de viaje, empolvados desde los ojos hasta los zapatos, con ya la mitad del grupo (la otra mitad realizará el curso en la zona del Lago Leones) llegamos a un lugar al costado de la ruta, entre fascinado y perplejo, todo esta sucediendo tan rápido!. Pero no me voy a preocupar, nos despedimos del “millennium falcon” y caminamos algunos metros para escondernos de la ruta y la sociedad que dejará de tener noticias de estos 16 aventureros perdidos en la Patagonia.
Rápidamente nos advirtieron de las muchas cosas que deberemos hacer diferente los siguientes días. Se nos acabaron muchas comodidades que tenemos en casa. Ahora es la naturaleza con quien tenemos que convivir y muchas cosas que tendremos que respetar (“Leave no Trace”). Una caminata corta y algunos consejos útiles hacen de este un buen comienzo. El primero de los 31 días sin saber si el resto del mundo se esta matando en una tercera guerra mundial!. Pero yo ahí, perdido en la Patagonia y comiendo pizza! (primera gran sorpresa)
Domingo 9 de Enero
Aunque me cuesta un poco comunicar mis ideas, ya me comienzo a entender con algunos. Se comienza a poner buena la cosa, subimos a lo alto del cordón El Salto, acampamos sobre el límite de la vegetación, en un lugar que realmente cautiva la mente. Un día perfecto!. Calorcito y una vista sin igual a las cumbres nevadas del Campo de Hielo Norte. Solo los tábanos nos comienzan a volver locos, pero para mí no es algo tan anormal. La puesta de sol me sorprende de verdad, pues por muy lejos que mire, solo puedo ver cerros, glaciares y nieves eternas. De noche me quedo despierto para poder mirar las estrellas y dar alguna clase de astronomía. Lamentablemente más que el Carrito de supermercado, la Cruz del Sur y las Nubes de Magallanes no conozco acerca del firmamento.
Lunes 10 de Enero
Me comienzo a gustar esto!. Cruzamos el cordón El Salto, buen tiempo, vistas impresionantes. Me agradecen el conocimiento que tengo de montañismo, poruqe según dicen, siempre logro encontrar un lugar perfecto para armar la carpa, más aún cuando aumenta el viento sobre este campamento y nosotros no recibimos nada por estar en una pequeña olla, con un riachuelo a las puertas de la carpa y una vista fabulosa.
En la tarde podemos reconocer a lo lejos nuestro objetivo. El San Lorenzo se despeja para nosotros revelandonos a mucha distancia paredes que parecen horizontales, glaciares que caen cientos de metros, y dos torres que suponen ser nuestra brújula para los siguientes días.
Martes 11 de Enero
Esta vez debemos nosotros tomar las decisiones acerca del camino a tomar. Poco a poco nos acercamos al San Lorenzo. Armamos campamento a las orillas del Estero Huarez (Juarez?). Logro descubrir un espacio perfecto en la orilla opuesta, que si bien nos hace parecer autistas, nos regala una tranquilidad de otro mundo. A la tarde me arranco aguas arriba y descumbro una laguna glaciar perdida entre paredes de roca imposibles. Que hermoso lugar!. Y seguramente tan desconocido!. Puedo apostar que solo un par de personas han estado en ese lugar en miles de años. Se puede respirar la lejanía, la soledad. Pero el tiempo deja de acompañarnos. En adelante nos tendremos que batir con lluvias pasajeras, días frios y vientos patagónicos. Pero asi es la Patagonia, y por lo menos venía preparado para esto.
Las ideas cruzan mi mente durante las largas caminatas, pero no logro ordenarlas, no logro llegar a conclusiones. Tantas dudas que quiero aclarar!.
Sólo sé que de la tierra venimos y a ella vamos a parar. Nuestro cuerpo es sólo una parte, una partícula en el universo. Pero que sucede con nuestra alma, nuestro espíritu?. Las ideas no vienen de la tierra, vienen de más allá de nuestro conocimiento. Pero como nacen?, y dónde van a parar cuando dejamos de existir?.
Puede ser que estamos conectados con la tierra (o universo), que de ella saquemos nuestras ideas. Cuando escapamos de la sociedad, cuando nos adentramos en lo profundo de la naturaleza, sentimos esa conección. Pero que sucede con la vida de ciudad?. Si nos desconectamos de la tierra también podemos pensar?. También somos “humanos”?
Miércoles 12 de Enero
Hoy abandonamos el cordón El Salto y comenzamos a bajar hacia el río Homónimo. Cruzamos rocas, nieve, bosques vivos y muertos. Cruzamos por campos de frutillas salvajes y pantanos infinitos. Cruzamos ríos y praderas para llegar a este espacio seco en el valle. Pero no dura mucho, la lluvia se abalanza sobre nosotros y no hay mucho que hacer para mantenerse seco…., mi equipo no es tan bueno y en sólo minutos tengo hasta los calzoncillos mojados. Pero dentro de todo, me siento cómodo. Me siento que soy parte de esto, y que la incomodidad solo está en nuestra mente.
Jueves 13 de Enero
Ha pasado una semana desde que nos dejaron a una orilla de la ruta que une Cochrane con Caleta Tortel. Echamos de mones aquella calle seca mientras cruzamos el valle a tráves de los pantanos, mojados hasta por sobres las rodillas, con dos kilos de barro en cada zapato, para llegar a un río que parece imposible de cruzar. Un río lechoso, helado y sorprendente. Pero en nuestro camino no hay barreras ni fronteras que nos impidan continuar, por lo que cruzamos el río en lo que fue un gran trabajo en equipo y de fortaleza personal (EL AGUA PA HELA’A!!!!!). Pero ni la lluvia, ni el río frio impiden que disfrutemos de una fogata a la orilla del río, en una tarde tranquila, profunda.
El viento me quiere contar algo. Me susurra suaves palabras en el oído, palabras hermosas, palabras en el lenguaje de la naturaleza. El viento me canta las más bellas canciones en el oído. Poesías conmovedoras vuelan por el aire y regocijan mi alma. Es la voz de la madre tierra. La voz que nos dice que ella está ahí, mirándonos, escuchándonos.
Sábado 15 de Enero
Contacto con la sociedad!. Nos entregan las provisiones para las siguientes 3 semanas y el equipo de montaña. Aunque sea sólo una persona, podemos darnos cuenta que el resto del mundo sigue ahí, que no ha desaparecido durante nuestra ausencia. Cambiamos de grupo de carpa y ahora me toca en el “Palacio”. El San Lorenzo nos impresiona con una puesta de sol maravillosa. Ay de quien no disfrute de estas maravillas!.
Domingo 16 de Enero
Pizza!. Y mi cuerpo entero se alegra de este momento. Sin dudas la mejor pizza que he comido.
No me conozco, pues son más las dudas que las certezas las que me rodean. No puedo decir que cosas me gustan, que me mueve, cuales son mis objetivos. Soy como una hormiga que intenta buscar el camino. Lo intenta por todos lados, pero no logra encontrar el camino que la lleve a su objetivo. Pero que debe hacer esa hormiga si no logra encontrar el camino?. Cuanto tiempo debe esperar para tomar una decisión?. Debe caminar en una dirección cualquiera o esperar a que otras hormigas aparezcan en el horizonte?.
Cada vez que me aventuro en un camino me doy cuenta que no es el mío, que tiene que haber uno mejor. Pero tiene que existir uno?. O deberé adentrarme en una ruta que no me gusta hasta transformarme en algo que no quiero?
Martes 18 de Enero
Avanzamos lentamente debido a la cantidad de cosas que tenemos. Más equipo; cuerdas, palas, equipo de nieve y hielo, comida, combustible, etc. Pero de a poco nos acercamos al glaciar. Ya lo estoy esperando! Es la parte que más espero, pues en la que más aprenderé y mejoraré como montañista. He bajado mucho de peso y continuamente paso hambre. De hecho soy el hambriento del grupo, pero no me preocupo, es parte de la experiencia. Es como uno del grupo ha dicho. La vida al aire libre, en cualquiera de sus niveles, se trata de aprender a sentirse cómodo en cualquier ambiente, en cualquier condición. Sentirse cómodo cuando haga frío, cuando esté todo mojado. Cuando la situación exija lo máximo de ti, hay que sentirse cómodo. Y está todo en la mente, pero si no lo practicamos, si es que no salimos de nuestra burbuja de comodidad citadina, nunca nos daremos cuenta de lo mucho que somos capaces.
Jueves 20 de Enero
Hoy comienza lo bueno. Cruzamos el glaciar hasta el Nunatak ubicado al otro lado para dejar nuestras raciones y volver el próximo día con el campamento. Glaciar, hielo, frio. Es tan sobrecogedor caminar por un glaciar, caminar entre las grietas de colores fabulosos, azueles oscuro, verde esmeralda, blanco intenso. Los colores cambian a cada momento y parece como si se estubiera perdido en otro planeta. Caminar con los crampones me ha hecho sentir muy cómodo, me recuerda a las ascensiones pasadas, a los momentos bellos vividos en la cordillera anteriormente. Este otro mundo es espectacular. Ríos cruzan las superficie del glaciar, desapareciendo en agujeros mágicos que parece ser interminablemente profundos. Pequeños insectos recorren de vez en cuando el hielo en busqueda de la lejana tierra firme. Lamentablemente Kate sufre una descompenzación con caida incluida sobre el glaciar, que si bien no la lastima, nos obliga a realizar su evacuación. Los siguintes dos dias los invertimos en el envio de un grupo a dejar a Kate al lugar de reaprovicionación.
Viernes 21 de Enero
Nos encontramos cabizbajos por la evacuación de Kate. No queremos hacer mucho, por lo que practicamos progresión en cordada para practicar más tarde sobre el glaciar. Resulta conmovedora la escena desde lo alto de aquella roca, la vista hacia el lago cuyo nombre extrañamente no recuerdo.
Sábado 22 de Enero
Hacemos un paseo ascendiendo en dirección del Monte Ortuzar, cuyas agujas cumbreras no han guiado estos últimos días. Ascendemos y la vista hacia los cerros las mellizas mejora cada vez más. Se asoma también mucho hielo que cubre todas las cumbres alrededor.
Domingo 23 de Enero
El día anterior regresa el equipo de evacuación y nos preparamos para cruzar nuevamente el glaciar por la ruta abierta hace algunos días e instalar el campamento en el nunatak. Repetimos la maravilla de estar en ese mundo imposible, de paredes verticales y colores fantásticos. Al llegar a el depósito, continuamos buscando un buen lugar para acampar sobre las rocas, encontrando un lugar que parece sacado de un sueño, un rio recorre el nunatak, rodeados de miles y miles de tonaladas de hielo, con una vista fantástica a todas las cumbres alrededor, y como no, el San Lorenzo asomado en una de las esquinas.
Lunes 24 de Enero
Dejamos nuestro campamento en el nunatak para nuevamente mover las provisiones y algún equipo de nieve y hielo sobre el glaciar. Partimos temprano buscando un lugar para subirnos sobre el coloso blanco, y al conseguirlo nos asomamos sobre una meseta enorme, en que las paredes del San Lorenzo actúan como el más maravilloso anfiteatro natural. Es un espectáculo en 360° de glaciares, rocas, nieves y nubes. Llego a sentir en lo más profundo del alma aquel paisaje sobrecogedor. Eso es la Patagonia, un paisaje que no solo sorprende a los ojos, sino al corazón y al alma. Realizamos la primera progresión en el glaciar cubierto por nieve. No es extraño que al caminar por la delgada lámina de nieve esta ceda y se quede hasta la rodilla colgando en la increible profundidad de una grieta interminablemente azul. Al llegar a un lugar apropiado comenzamos a testear toda una zona de seguridad en donde nos podemos mover sin estar encordados. Esta engorrosa tarea la realizamos todos con tal de tener un área segura en donde instalar el campamente el próximo día.
Mi corazón es una montaña que no se deja ver. Es una montaña única, bella y magistral, pero las nubes no la dejan ver. De que sirve esa belleza si no se puede ver y disfrutar?. De que le sirve al sorde la música que ha de sonar?. La vida está llena de esas cosas que no comprendemos, que no valoramos, pero que son diamantes sin alumbrar.
Cuando ya oscurece, realizo la difícil tarea de conseguir un buen baño sobre las rocas. En un momento, sobre lo alto del nunatak, apago la linterna frontal y espero unos minutos a que mis ojos puedan acostumbrarse a la oscuridad. Cuando comienzo a mirar a mi alrededor, quedo sin palabras. Mi vista se estrella contra un estado que es muy difícil de explicar. Siemplemente quedé marcando ocupado. Decir que me sentí chico ante ese paisaje sobrecogedor es poco. Simplemente sentí que mi alma se me salia del cuerpo, que no era yo solamente el que estaba parado sobre lo alto de la roca, no, yo no existía, en ese momento era la montaña como un todo. Un momento en que alma y tierra se logran unir en algo intangible que solo se puede llamar felicidad.
La montaña de pronto se deja ver a través de la tormenta. Sus pasos se detienen y su cabeza se reclina. Una sensación desconocida le recorre el cuerpo. Aquella cumbre, antes tan lejana e imposible está ahora ahí, frente a sus ojos mostrando toda su belleza indescriptible. Se establece una conexión única entre hombre y montaña. Una conexión atemporal y mística, en donde el alma de ambos comparten un lazo que los une de manera directa, la felicidad.
Jueves 27 de Enero
Ya establecimos el campamento sobre el glaciar, levantamos cendos muros para protejernos de alguna tormenta que sin aviso nos pueda caer. Repartimos la tercera y última racion y volvemos a mezclar los grupos de las carpas. Ahora me toca junto a Ari y a Katy. Se nos fue un día en realizar Feedbacks y algunas clases, mientras que al tercer día nieva copiosamente y es imposible intentar alguna cumbre del cordón Chacabuco.
Viernes 28 de Enero
Aprovechamos que el tiempo parece mejorar para llegar hasta el paso de la corniza con algo de carga. Comenzamos la travesía por el glaciar encordados y con un viento muy fuerte. Vemos como los hombres que subían el día anterior hacia el San Lorenzo ahora vienen bajando. Pero van mas adelantados y no los encontramos en el camino. Llegando al paso, y con fuertes rachas de viento, saco esta foto que a mi me gusta mucho:
El regreso hacia el campamento parece ser casi como volver desde el cielo. Bajamos desde el fondo del valle a través del glaciar hacia este anfiteatro monumental en donde instalamos nuestro campamento, que desde muy lejos se divisa como un punto sobre ese enorme glaciar.
Sábado 29 de Enero
Esta vez empacamos el campamento y comenzamos a ascender nuevamente en dirección del paso. Cuendo llegamos ahí empacamos nuevamente nuestra carga e instalamos una línea para bajar por el otro costado del paso. El proceso es muy largo y el frio nos carcome mientras esperamos detrás de una corniza de nieve. Soy el último en bajar, y el frio es por lejos el peor que he vivido. Saltamos, corrimos, brincamos, bailamos y gritamos. Parecía que nada de esto era capáz de elevar un poco la temperatura del cuerpo. Parecía que mis manos y pies ya no me reaccionaban, mientras que hacia flexiones de brazos tratando de entrar en calor. Armamos nuevamente un campamento sobre el glaciar. Volvemos a levantar muros de nieve para protegernos del viento que en ese momento no existía… hasta ese momento
Comienza a nevar y a soplar viento. Nos habiamos mojado mientras armábamos el campamento, por lo que el frio se hacia insostenible. Nos vimos en la necesidad de cocinar dentro del antetecho de la carpa, afuera ya era imposible…
Domingo 30 de Enero
4:00 AM. Escuchamos que Katy (instructora) nos grita desde fuera de la carpa. Un viento imposible parecía barrer la carpa. Nos decía que alrededor de la carpa se había acomulado muchisima nieve y que teniamos que salir a sacarla. Me ofrezco para hacer esa lastimosa tarea, y cuando salgo, me encuentro con ese paisaje increible. La carpa parecía que desaparecía bajo la nieve. El viento levantaba todo y lo volvía a arrojar tras nuestra muralla de nieve, justo donde estaba la carpa. Tardé unos 40 minutos en despejar la carpa de la nieve que la cubría, y una vez que hube terminado, el otro lado ya comenzaba a llenarse. Imposible progresar. Nos turnamos cada cierto rato para salir a palar, por lo que descanzar se hace casi imposible. La noche parece no terminar.
En el día la cosa no mejora mucho, el veinto sopla con fuerza y cae nieve de vez en cuando. No queda otra que esperar dentro de la carpa a que pase el viento, cosa que parece no terminar. Es imposible hacer reuniones, por lo que aprovecho este tiempo para leer y pensar
30 de Enero, 13:00 Horas, Campamento sobre el glaciar, 2100 m, Monte San Lorenzo.
Aquí estoy, sentado dentro de la carpa esperando a que el tiempo mejore. Ha estado nevando con mucho viento, pero nuestros muros de nieve nos ayudan a estar cómodos dentro de la carpa. Pero ni siquiera aquí, perdido en la Patagonia logro despejar mi mente. Tantas preguntas, dudas e inquietudes, ideas incompletas, fragmentos de poemos y cuentos se me cruzan por la mente. Las últimas 3 semanas he estado leyendo un libro acerca de Buda y sus enseñanzas. Tantas cosas nuevas para pensar!. Pero la concentraciuón sigue estando lejos de mi. No logro canañizar mis pensamientos y hacerlos madurar!. Tal vez la búsqueda de un lugar apartado no me ayude a conseguir lo que quiero. Tal vez estar rodeado de gente vuelve mi mente en un estado de exitación. Que es lo que necesito hacer para lograr mi objetivo?. Que se requiere para comenzar a aislar ideas, armar este puzzle que tengo en mi mente?. De lo único que estoy seguro es que no descansaré hasta alcanzarlo. Poner fin a algunos pensamientos inconclusos para por fín poder tener una opinión e idea acerca de esas cosas tan importantes.
Lunes 31 de Enero
La noche es casi más terrible que la anterior. El viento corre desde todos lados y tenemos que sujetar la carpa para que no colapse sobre nosotros. Nos preparamos con algunos bocadillos que nos van quedando, la armónica de Ari, y mucha paciencia. Salir a cada rato a palear es la única manera de mantenerse en calor. Como a las 3 de la mañana, y tras un buen rato moviendo nieve, requiero de un baño urgente. Cruzo la zona de campamento y me encuentro con una escena irreal. Nuestra hermosa litrina no es más que un cerro de nieve!. El viento tapó todo con nieve, pero dado de la urgencia, me dedico a palear.
A la mañana el viento a dejado un poco y decidimos de salir de ese rincon infernal. Desarmamos el campamento rápidamente, pero el frio, nieve y hielo no lo hacen fácil, pero una vez terminado comenzamos la marcha glaciar abajo en busca del paso del comedor. La imagen del grupo marchando en cordadas por aquellas laderas de nieve vuelve a impresionarme. El paisaje es otra vez irreal. Una vez alcanzado el paso todo cambia. El veinto desaparece e incluso sale el sol. Bajamos hasta encontrar tierra firme y armamos campamento. Un buen lugar con una vista única hacia la cara norte del San Lorenzo. Me dedico a arreglar la carpa que tras la tormenta tiene varios rajazos que amenazan dejar la carpa inutilizable.
Martes 1 de Febrero
Intentamos recomponernos de nuestro escape, y nos dedicamos a hacer algunas clases teóricas y otras a falta de glaciares, sobre la nieve (Rescate en Grietas)
Miércoles 2 de Febrero
Hoy tomamos nosotros el liderazgo del grupo y comenzamos a bajar hacia el refugio de Agostini abajo en el valle. Tenemos que buscar una ruta por las rocas que se precipitan cientos de metros valle abajo. Es una tarea difícil el buscar una ruta y liderar un grupo. Pero lo logramos. Llegamos sin problemas hasta el fondo del valle donde nos espera nuevamente vegetación. Fuera del refugio hay un lugar para acampar, incluso con mesas!. Tanto tiempo lejos de la civilización realmente nos han marcado. El comer sentado se me hace raro, el tener comodidades me choca, ver civilización realmente me asusta!. Podemos decir que el viaje comienza su regreso, pues ya hemos pasado la parte más difícil.
Jueves 3 de Febrero
Después de practicar en los grandes árboles algo de autorescate, bajamos por el sendero hasta la boca del valle. Antes de dar la vuelta y perder de vista al San Lorenzo, este se abre entre las nubes y deja ver su cumbre principal. Los hielos cumbreros resaltan sobre el valle, en una imagen dantesca, despidiendose de mi. San Lorenzo, te dejo tras de mi pero se que de alguna manera alguna vez volveré a recorrer tus faldas, y quien sabe, quizas hasta también tu cumbre.
Viernes 4 de Febrero
Con una copiosa lluvia comienzo a recorrer solo el tramo que nos separa de la estancia que nos acogerá en este final. La lluvia, el sol, la soledad confabula para que madure algunos temas que tengo en la mente para mi y mi futuro. Algunas de las preguntas que traía desde un comienzo se me aclaran, pero no son muchas. Siento la necesidad de desaparecer de este mundo para poder encontrar la tranquilidad que necesito para pensar. De arrancarme solo a los cerros para pensar y vivir. Aunque se que no lo haré, vivo por unos instantes en ese mundo imaginario, irreal que parece ser fantástico, tanto como el real y tangible que me rodea, con esas praderas verdes e inmensas. Tan fantásticas como aquellos lugares de los que vengo, aquellos que me acompañan en los recuerdos.
En la estancia me convidan pan y soy la persona más feliz del mundo. Osvaldo es el nombre del gaucho con que puedo al fin hablar algo de español, que tras tantos dias de inglés ya se me estaba olvidando.
Sábado 5 de Febrero
Tras tantos dias de acción, y aunque no sienta canzancio físico, el cansancio emocional es mucho y se aprovechan las horas sin panorama para descanzar. Preparamos el asado de cordero que después comeremos, y como!.
Creo que nunca habia comido tanto. Después de 1 mes pasando hambre, tengo ante mí un asado de corde increible. Tan increible que termino literamente tirado en el piso, sin moverme, esperando que toda esa comida baje algo. Debo haberme comido 6 mansos pedazos de carne, unas 3 a 4 sopaipillas, varias papas, ensalada, postre y todo incluido. Llega a ser perversa la cantidad que comí jajajaj.
Domingo 6 de Febrero
Comenzamos a caminar en dirección a la ruta en que nos espera el bus. Una caminata en silencio, pensando todos en lo que acabamos de vivir. Pensando en todos aquellos detalles que nos demostraron de que estamos hechos. Que nos hisieron sacar nuestra fortaleza interna, que nos puso a prueba en tantas cosas. Al llegar al bus parezco rendirme, no de cansancio, sino de felicidad. Habia logrado ese reto, habia pasado 1 mes sin contacto dela civilización. Habia estado 1 mes desaparecido y nadie me extrañó. Lo logré y me gustó. Lo logré y se que esto es lo mio. Por lo menos eso puedo sacar en claro. Por lo menos una conclusión puedo sacar de un viaje tan especial.
Los siguientes dias son un regreso paulatino a la normalidad. La vuelta en bus me parece sacar de ese sueño en que habia estado. Me parece sacar de ese estado en que me transformó el San Lorenzo.
El día está perfecto y la montaña se asoma en el horizonte para despedirse. Cuando volveré? Podré alguna vez volver y alcanzar su cumbre?. Conviví con el San Lorenzo por un mes, aprendí a quererlo. Admirar sus glaciares, rocas, nubes y cumbres. Recuerdo un momento, que ya de noche, me alejé del campamento. Subí a lo alto de la roca y apague mi linterna frontal. Poco a poco fui girando, mirando y absorbiendo el paisaje. Mi alma se estremeció de alegría. Me sentí en contacto con lo que me rodeaba. En todo mi alrededor habían glaciares, montañas, nieve y hielo. Todo iluminado por la tenue luz de la luna. Y ahí estaba, mirándome fijamente desde varias de sus cumbres, el San Lorenzo. Era un momento mágico en que mi alma, mi cuerpo y la montaña formaron un solo ser.
Pasamos junto al Salto del Baker cuando se junta con el Neff, y nuevamente me siento pequeño ante tan maravillosa demostración de poder de la naturaleza. Tanta fuerza, tanta energía, tanta vida que me rodea.
El fin de este curso se estrella de golpe. La llegada al campo, la noche bajo las estrellas, las despedidas, el último carrete en el piel roja, el regreso al campo, y el regreso al norte, a la normalidad.
Me costó volver a tener la vida de antes, me costó volver al ritmo de la sociedad. Me costó dormirme y saber que no estaba ahí, perdido en el último rincón de la Patagonia, encerrado en la carpa con un temporal en el exterior. Me costó sacar conclusiones de este viaje, me costó aprender que soy capaz de lo que me proponga, me constó entender que ya nada era como fue durante este fabuloso lapsus llamado Andes Mountain Traverse Nols Mountaineering course 2011. Pero por sobre todo, me costó entender que había cambiado, que algo en mí ya no era como antes. Me costó todo lo que viví, pero al final lo logré.
NOLS AMT-1 2011
Monte San Lorenzo
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