Y se nos va el año. Un año tan corto, tan cargado de emociones como nadie se podia imaginar. Si, fue un año difícil, pero me atrevo a decir: un año bueno. Fue bueno porque nos abrió los ojos. Nos dejó ver el mundo humano que somos. Aquel con saqueos, rabia y dolor, pero también aquel que nos mostró las alegrías de la ayuda desinteresada, las sonrisas que nos subieron el ánimo, que nos dieron esperanza. Fue un año de emoción, en que aunque fuese a través de la pantalla, nos alegraba con el rojo intenso. Fue un año que nos hiso pensar en lo que somos como hombres, como personas en esta sociedad que tanto nos cuesta entender. Que somos frágiles, pero duros de matar.
Este año me ayudo a entenderme. A demostrarme de lo mucho que soy capáz. Que tengo las capacidades de llegar a la cumbre que momentos antes me parecía tan lejana, tan inalcanzable. Que todos podemos dar lo imposible, y un poco más. Que a veces no es necesario que me mire a menos siendo que puedo mirarme a más. Puedo dar mas de lo que quiero, y ahora se que lo puedo probar.
Feliz año nuevo!!!!, y que este año sea tan inolvidable como el anterior.
Un abrazo!
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