Este ensayo lo escribimos para el concurso de debates y ensayos en la universidad San Sebastián. Lamentablemente no ganamos, pero lo consideramos una victoria yo que triunfamos en el debate, que era a lo que híbamos preparados.
Concepción, 5 de noviembre de 2007
Educación en Chile:
¿Qué es lo que está fallando?
Colegio Alemán de Concepción
Christina Heroven
Fernanda Arroyo
Diego Kother
Aldir Polymeris
Tobias Hellwig
Profesor Álvaro González
Concepción, 5 de noviembre de 2007
Educación en Chile:
¿Qué es lo que está fallando?
Colegio Alemán de Concepción
Christina Heroven
Fernanda Arroyo
Diego Kother
Aldir Polymeris
Tobias Hellwig
Profesor Álvaro González
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El día 19 de Octubre del presente año asistimos a una Charla en la Universidad San Sebastián acerca de la Ley General de Educación en Chile. Esta fue dictada por el senador de la república, señor Alejandro Navarro Brain, quien compartió con nosotros sus conocimientos acerca de diferentes temas relacionados con la educación, como lo son la desigualdad, gastos estatales, calidad de la educación, política educacional, etc.
Antes de iniciar el cuerpo central de este ensayo, creemos necesario aclarar que nuestro grupo de trabajo se caracteriza por poseer distintos puntos de vista políticos, lo cual hace que la toma de decisiones finales sea más lento, ya que antes de éstas se genera un intenso debate, que siempre nos enriquece. Con respecto a las ideas enunciadas por el senador, y tras una larga discusión y proceso de profundo análisis, llegamos a la conclusión de que en algunos aspectos concordamos con el senador y en otros diferimos de su visión. Es con respecto a estas ideas que queremos desarrollar nuestro ensayo.
Inequidad. Es el gran problema que envuelve, dentro de muchos otros, a la educación en Chile. Nosotros tenemos el privilegio de poder estudiar en un colegio privado, que nos brinda todas las posibilidades para continuar nuestros estudios en cualquier institución superior, eligiendo entre variadas carreras universitarias para desarrollar una exitosa vida profesional en el futuro. Para poder acceder a estos privilegios, lamentablemente hay que pagar, y familias que no tienen los recursos necesarios tienen que enviar a sus hijos a colegios públicos que no garantizan necesariamente una educación de calidad para desarrollarse exitosamente en el futuro. Esto, a todas luces, es inequidad o desigualdad. ¿Cuál es la solución a este problema? El senador nos hablaba de una estatización total de la educación, para que todos puedan acceder a los mismos privilegios. Esta es la solución supuestamente ideal, casi utópica, para derribar las raíces del muro que separa a los ricos de los pobres. Pero sabemos que aquello, aunque fuese posible, no bastaría para eliminar esta brecha, ya que no incluiría aquellas enseñanzas e incentivos que nos brindan nuestros padres durante toda nuestra vida, y que claramente varía dependiendo de la educación que recibieron nuestros progenitores. Es por eso que se creó una cadena que es muy difícil de romper y que va mucho más allá de las fronteras de una institución educacional.
Si nos detenemos un poco en este punto, y nos dedicamos a analizar todo lo que rodea a un estudiante, nos damos nuevamente cuenta de que no solo aprende en el colegio. Si nos enfocamos en la vida diaria de un estudiante, descubrimos que son muchos los elementos que inciden en su aprendizaje, y si no está rindiendo buenas calificaciones en el colegio es porque muchas veces su entorno es el que también está fallando. Tal vez sea más fácil si damos un ejemplo. Un joven que tiene que viajar cada día una hora en un bus del transporte público que se encuentra totalmente lleno no puede encontrarse igual de motivado que uno que es dejado todos los días en la puerta de su colegio por sus padres en un cómodo automóvil. Tampoco lo puede hacer un joven que no posee ningún tipo de libro o periódico para informarse y aprender, mientras que otros poseen vastas colecciones de novelas escritas por los más afamados autores y no solo uno, sino dos o tres periódicos diferentes. Es claro que aquí también se está dando una inequidad que es completamente diferente a no poder pagar un buen colegio, y que debe ser tomado en cuanta de manera inmediata por los que tienen que hacer algo al respecto.
Para darnos una idea de lo que sucede con la economía en Chile, el senador Alejandro Navarro, hizo una comparación con la educación que se imparte en Finlandia. Sabemos que este país es un ejemplo a seguir en materia de evolución económica, ya que pasó del subdesarrollo a ser una potencia europea en tan solo algunos años. Si bien la educación finlandesa es casi perfecta, no puede ser comparada con la chilena, ya que no existe ninguna relación referente a todos los puntos anteriormente mencionados. Lo anterior puede ser avalado si realizamos una mirada a la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, la estructura tributaria de los países escandinavos es tremendamente alta y la ciudadanía no evade sus impuestos ya que sabe que a cambio el estado retribuye a la población con servicios de calidad. Esta idea también dice relación con una forma correcta de actuar, evitando, por ejemplo, fraudes fiscales, corrupción, nepotismo, y otros vicios que infelizmente se encuentran muy arraigados en nuestra idiosincrasia y que la experiencia histórica de nuestra nación indica se dan en todo tipo de gobierno.
Luego se nos expuso acerca de los sistemas de evaluación presentes en Chile, y se pronunció: “Todas las investigaciones señalan que en matemáticas y lenguaje el resultado depende un treinta por ciento de la escuela y un 70% de variables extraescolares”. Esto quiere decir, que todo lo referente a lo que se vive fuera del colegio influye mucho más en el rendimiento del alumno, por lo que volvemos a tocar el punto anterior.
A lo que queremos llegar, es demostrar con múltiples ejemplos algo que se repite innumerables veces. La inequidad que existe en Chile tiene sus bases en la educación, pero para mejorarla, no basta con legislar acerca del entorno de los colegios, sino de muchos, o todos los temas que rodean a la vida del estudiante. Por ejemplo, para mejorar la educación, entre otros, hay que perfeccionar el sistema de transporte, hay que mejorar los espacios públicos para que las familias se apoderen de ellos y no los delincuentes, deben existir centros de recreación y deporte para luchar contra la tentación de la droga y el alcoholismo, los libros deben ser más baratos para que lleguen a un público más masivo, etc…
Otro punto que mencionó el Señor Alejandro Navarro fue la fiscalización de los dineros entregados a los colegios particulares subvencionados. Se citó textualmente lo siguiente: “Chile se convirtió en uno de los pocos países del mundo en que el estado entrega fondos públicos sin mayor control sobre los sostenedores privados, aún si estos tienen fines de lucro”. Nos preguntamos incesantemente cómo el estado, que tiene como fin fiscalizar el dinero de todos los chilenos, se excusa diciendo que la educación en Chile es deficiente porque no se pueden fiscalizar los dineros entregados con este fin. Nos parece que el estado se está olvidando de cuales son sus funciones, y que necesariamente se debe redirigir para mejorar la educación en Chile. Asimismo, el sector privado tiene que asumir que la educación, si bien puede ser vista como una actividad que reditúa económicamente, tiene un trasfondo ético que lo hace un rubro muy distinto al resto de los negocios, y por lo tanto también es necesario que exista un control respecto a qué tipo de personas son idóneas para esta función (famoso es el ejemplo del deplorable estado de los colegios subvencionados que pertenecen a la “señora Cuca”, especialista en parrilladas, pero claramente no en educación).
Como podrán apreciar, hemos desarrollado varias críticas acerca del sistema educacional chileno, pero también queremos exponer nuestras soluciones al problema. Lo primero que creemos necesario, como ya lo hemos mencionado, es legislar y mejorar el entorno de los estudiantes chilenos, el transporte, la familia, el diario vivir, etc. Es así como se puede incentivar el estudio y la responsabilidad de los jóvenes. Como segundo elemento, proponemos crear una institución fiscalizadora que se encargue de controlar y administrar todos los fondos entregados a colegios subvencionados, para evitar la malversación de fondos públicos a manos de unos pocos particulares (de hecho está en el debate público la posibilidad de crear una superintendencia de educación). Nos parece necesario e indispensable, por supuesto, que las universidades también se hagan cargo de manera muy seria de la formación del profesorado y que mejoren los estándares de ingreso y promoción en las carreras de pedagogía. Por último llamamos a todos a discutir acerca de los proyectos de ley con los profesionales del tema, que son los jóvenes y profesores que se encargan de algo tan primordial como lo es la educación, base del futuro de nuestro país.
Veamos quien se da el tiempito de leerlo. Igual es interesante.
Saludos
El día 19 de Octubre del presente año asistimos a una Charla en la Universidad San Sebastián acerca de la Ley General de Educación en Chile. Esta fue dictada por el senador de la república, señor Alejandro Navarro Brain, quien compartió con nosotros sus conocimientos acerca de diferentes temas relacionados con la educación, como lo son la desigualdad, gastos estatales, calidad de la educación, política educacional, etc.
Antes de iniciar el cuerpo central de este ensayo, creemos necesario aclarar que nuestro grupo de trabajo se caracteriza por poseer distintos puntos de vista políticos, lo cual hace que la toma de decisiones finales sea más lento, ya que antes de éstas se genera un intenso debate, que siempre nos enriquece. Con respecto a las ideas enunciadas por el senador, y tras una larga discusión y proceso de profundo análisis, llegamos a la conclusión de que en algunos aspectos concordamos con el senador y en otros diferimos de su visión. Es con respecto a estas ideas que queremos desarrollar nuestro ensayo.
Inequidad. Es el gran problema que envuelve, dentro de muchos otros, a la educación en Chile. Nosotros tenemos el privilegio de poder estudiar en un colegio privado, que nos brinda todas las posibilidades para continuar nuestros estudios en cualquier institución superior, eligiendo entre variadas carreras universitarias para desarrollar una exitosa vida profesional en el futuro. Para poder acceder a estos privilegios, lamentablemente hay que pagar, y familias que no tienen los recursos necesarios tienen que enviar a sus hijos a colegios públicos que no garantizan necesariamente una educación de calidad para desarrollarse exitosamente en el futuro. Esto, a todas luces, es inequidad o desigualdad. ¿Cuál es la solución a este problema? El senador nos hablaba de una estatización total de la educación, para que todos puedan acceder a los mismos privilegios. Esta es la solución supuestamente ideal, casi utópica, para derribar las raíces del muro que separa a los ricos de los pobres. Pero sabemos que aquello, aunque fuese posible, no bastaría para eliminar esta brecha, ya que no incluiría aquellas enseñanzas e incentivos que nos brindan nuestros padres durante toda nuestra vida, y que claramente varía dependiendo de la educación que recibieron nuestros progenitores. Es por eso que se creó una cadena que es muy difícil de romper y que va mucho más allá de las fronteras de una institución educacional.
Si nos detenemos un poco en este punto, y nos dedicamos a analizar todo lo que rodea a un estudiante, nos damos nuevamente cuenta de que no solo aprende en el colegio. Si nos enfocamos en la vida diaria de un estudiante, descubrimos que son muchos los elementos que inciden en su aprendizaje, y si no está rindiendo buenas calificaciones en el colegio es porque muchas veces su entorno es el que también está fallando. Tal vez sea más fácil si damos un ejemplo. Un joven que tiene que viajar cada día una hora en un bus del transporte público que se encuentra totalmente lleno no puede encontrarse igual de motivado que uno que es dejado todos los días en la puerta de su colegio por sus padres en un cómodo automóvil. Tampoco lo puede hacer un joven que no posee ningún tipo de libro o periódico para informarse y aprender, mientras que otros poseen vastas colecciones de novelas escritas por los más afamados autores y no solo uno, sino dos o tres periódicos diferentes. Es claro que aquí también se está dando una inequidad que es completamente diferente a no poder pagar un buen colegio, y que debe ser tomado en cuanta de manera inmediata por los que tienen que hacer algo al respecto.
Para darnos una idea de lo que sucede con la economía en Chile, el senador Alejandro Navarro, hizo una comparación con la educación que se imparte en Finlandia. Sabemos que este país es un ejemplo a seguir en materia de evolución económica, ya que pasó del subdesarrollo a ser una potencia europea en tan solo algunos años. Si bien la educación finlandesa es casi perfecta, no puede ser comparada con la chilena, ya que no existe ninguna relación referente a todos los puntos anteriormente mencionados. Lo anterior puede ser avalado si realizamos una mirada a la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, la estructura tributaria de los países escandinavos es tremendamente alta y la ciudadanía no evade sus impuestos ya que sabe que a cambio el estado retribuye a la población con servicios de calidad. Esta idea también dice relación con una forma correcta de actuar, evitando, por ejemplo, fraudes fiscales, corrupción, nepotismo, y otros vicios que infelizmente se encuentran muy arraigados en nuestra idiosincrasia y que la experiencia histórica de nuestra nación indica se dan en todo tipo de gobierno.
Luego se nos expuso acerca de los sistemas de evaluación presentes en Chile, y se pronunció: “Todas las investigaciones señalan que en matemáticas y lenguaje el resultado depende un treinta por ciento de la escuela y un 70% de variables extraescolares”. Esto quiere decir, que todo lo referente a lo que se vive fuera del colegio influye mucho más en el rendimiento del alumno, por lo que volvemos a tocar el punto anterior.
A lo que queremos llegar, es demostrar con múltiples ejemplos algo que se repite innumerables veces. La inequidad que existe en Chile tiene sus bases en la educación, pero para mejorarla, no basta con legislar acerca del entorno de los colegios, sino de muchos, o todos los temas que rodean a la vida del estudiante. Por ejemplo, para mejorar la educación, entre otros, hay que perfeccionar el sistema de transporte, hay que mejorar los espacios públicos para que las familias se apoderen de ellos y no los delincuentes, deben existir centros de recreación y deporte para luchar contra la tentación de la droga y el alcoholismo, los libros deben ser más baratos para que lleguen a un público más masivo, etc…
Otro punto que mencionó el Señor Alejandro Navarro fue la fiscalización de los dineros entregados a los colegios particulares subvencionados. Se citó textualmente lo siguiente: “Chile se convirtió en uno de los pocos países del mundo en que el estado entrega fondos públicos sin mayor control sobre los sostenedores privados, aún si estos tienen fines de lucro”. Nos preguntamos incesantemente cómo el estado, que tiene como fin fiscalizar el dinero de todos los chilenos, se excusa diciendo que la educación en Chile es deficiente porque no se pueden fiscalizar los dineros entregados con este fin. Nos parece que el estado se está olvidando de cuales son sus funciones, y que necesariamente se debe redirigir para mejorar la educación en Chile. Asimismo, el sector privado tiene que asumir que la educación, si bien puede ser vista como una actividad que reditúa económicamente, tiene un trasfondo ético que lo hace un rubro muy distinto al resto de los negocios, y por lo tanto también es necesario que exista un control respecto a qué tipo de personas son idóneas para esta función (famoso es el ejemplo del deplorable estado de los colegios subvencionados que pertenecen a la “señora Cuca”, especialista en parrilladas, pero claramente no en educación).
Como podrán apreciar, hemos desarrollado varias críticas acerca del sistema educacional chileno, pero también queremos exponer nuestras soluciones al problema. Lo primero que creemos necesario, como ya lo hemos mencionado, es legislar y mejorar el entorno de los estudiantes chilenos, el transporte, la familia, el diario vivir, etc. Es así como se puede incentivar el estudio y la responsabilidad de los jóvenes. Como segundo elemento, proponemos crear una institución fiscalizadora que se encargue de controlar y administrar todos los fondos entregados a colegios subvencionados, para evitar la malversación de fondos públicos a manos de unos pocos particulares (de hecho está en el debate público la posibilidad de crear una superintendencia de educación). Nos parece necesario e indispensable, por supuesto, que las universidades también se hagan cargo de manera muy seria de la formación del profesorado y que mejoren los estándares de ingreso y promoción en las carreras de pedagogía. Por último llamamos a todos a discutir acerca de los proyectos de ley con los profesionales del tema, que son los jóvenes y profesores que se encargan de algo tan primordial como lo es la educación, base del futuro de nuestro país.
Veamos quien se da el tiempito de leerlo. Igual es interesante.
Saludos
1 comentario:
tobii tobii :D
si si si me gusto mucho el blog
no lo lei todo pero cuando tenga mas tiempo !! leo mas weno ?
un besote enorme :D
te quiero :D!!
suerte
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